Whiskey Irlandés: La Destilería Teeling

En 1782, Walter Teeling, estableció una destilería de whisky irlandés en Dublín la cual estaba ubicada en un epicentro de destilación llamado el “triángulo de oro” debido al número de destilerías existentes en la zona. Aunque fueron desapareciendo en el tiempo, algunas de las destilerías existentes en esta área, realizaban en esa época operaciones de alto volumen. Sin lugar a dudas Teeling ha sido la destilería más grande del mundo en su apogeo.
Finalmente, la destilería de Teeling fue comprada por una compañía vecina más grande, Guillermo Jameson y Co., que también fue basado en la calle de Marrowbone. Sin embargo, la destilería de William Jameson, dirigida por parientes del más famoso John Jameson, cerró más tarde en 1923, dado que como muchas destilerías irlandesas, encontró graves dificultades financieras a principios del siglo 20.

En 1987, John Teeling, descendiente de Walter Teeling, compró una instalación en Cooley, Co. Louth, que había sido establecida previamente por el Gobierno del Estado Libre Irlandés para producir alcohol industrial a partir de papas. Teeling convirtió esta planta en una destilería de whisky, reabriéndola en 1989 como Cooley Distillery. Fue la primera destilería que se lanzó en Irlanda tras las consolidaciones y cierres del siglo XX.

En 2015, los Teelings establecieron una nueva destilería de whisky irlandés en Dublín, no muy lejos de la ubicación de la destilería original de Teeling en Marrowbone Lane. La destilería, que incluye un centro de visitantes, emplea actualmente a unos 55 empleados y exporta a 44 países. En la nueva destilería se puede experimentar una cata de whisky irlandés, aprendiendo también cual es el proceso de elaboración del mismo.

El proceso de destilación comienza cuando se elige la cebada. Después se lleva al molino húmedo y se muele hasta que queda como una harina gruesa. Luego se separa el almidón durante 4 a 6 horas, y se extrae todo el azúcar posible.
Una vez que se tiene el líquido con el azúcar, llega el momento de la fermentación. Se le añade levadura a la mezcla y se fermenta durante 3 a 5 días. Este whisky se destila 3 veces en tres ollas de cobre. Y ese es uno de los factores que hacen que el whisky de Teeling sea tan especial.

En la primera destilación hay 15 mil litros de whisky irlandés en la olla de cobre; en la segunda, 10 mil litros; y en la tercera, 9 mil litros. De esta manera, la calidad del whisky es mejor.
Una vez terminado el proceso de destilación del whisky, se mete en las barricas de madera y se deja madurar durante al menos 6 años.

